¿Cómo debemos actuar ante un “eso no me gusta”? Cuatro palabras mágicas que pueden llegar a desesperar a algunos padres y madres a la hora de que sus hij@s coman de forma variada sin problema. A partir de estas situaciones, aprovechamos para compartir algunos consejos a la hora de afrontar la neofobia alimentaria de forma correcta.

La neofobia infantil o rechazo a probar nuevos alimentos es un problema frecuente en los niños y niñas a partir de los dos años. Una conducta que tiende a desaparecer con el tiempo, aunque, en los casos más graves, puede mantenerse hasta la edad adulta.

Puede pasar que dentro de un grupo de alimentos exista alguno que no le guste, como una fruta o una verdura en concreto. Pero no por ello podemos aceptar que el peque no quiera comer fruta de manera generalizada. Debemos ser conscientes de la importancia de mantener una dieta equilibrada desde bien pequeños que incluya todos los nutrientes necesarios. De hecho, hay que tener especial atención con la fruta, la verdura y el pescado, ya que suelen ser los platos que más rechazo suelen provocar.

Teniendo como principal premisa que no debemos obligar comer un alimento, pasamos a detallar cómo podemos actuar a la hora de introducir nuevos alimentos.

Pautas a seguir a la hora de introducir alimentos nuevos a los niños para evitar la neofobia alimentaria

  1. Los mayores somos el ejemplo a seguir. Los primeros que tienen que comer de todo son los padres. Si un niño no ve a sus padres comer de todo, probablemente él tampoco lo hará.
  2. Sin prisa pero sin pausa. Presenta los nuevos alimentos de uno en uno. Es más sencillo introducir un pequeño cambio en un plato que no un plato completamente nuevo.
  3. Las pequeñas cantidades nos ayudarán. Los alimentos nuevos, mejor en pequeñas cantidades. De esta manera, se evita que el niño se agobie pensando que no será capaz de enfrentarse a ese plato. Además, es importante cuidar la presentación, haciendo que sea atractivo.
  4. Cocinar en familia. Pasar tiempo en familia e involucrar a los niños y niñas en todo el proceso de elaboración del plato (comprar, cocinar, presentar y servir los platos) animará a probar esa fantástica receta elaborada en familia.
  5. Alimento a la vista. Es importante dejar diariamente el alimento rechazado a la vista del niño, pero sin ofrecerlo en ningún momento.
  6. Evitar ofrecer premios. Es un error ofrecer un premio a cambio de que tome el alimento, de esta forma se fortalece que el niño vea como un “sacrificio” el tomar este alimento para conseguir algo bueno a cambio.
  7. Nadie mencionará “eso no se lo va a comer”. Los comentarios negativos anticipados no nos ayudan en la tarea de incluir ese plato o alimento en su dieta.
  8. Cambiar la comida no es la solución. Estamos seguros que llevando a cabo las siguientes pautas y poco a poco podemos conseguir que los peques prueben y aprendan a comer cualquier alimento.

Estos consejos junto a la paciencia y la calma nos ayudarán a cambiar la conducta de los peques frente a los alimentos que no hayan probado o que no les gusten. En los comedores Intur Colectividades trabajamos diariamente por enseñar los beneficios de llevar una alimentación sana que incluya todos los nutrientes necesarios. Desde casa y con el apoyo del comedor escolar seguro que lo conseguimos.

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